Pierden familias poder adquisitivo
INICIA LA CUESTA DE ENERO
Conseguir todos los alimentos de la canasta básica resultará un poco más difícil este mes.
La llegada del 2020 trajo consigo un difícil panorama económico para las familias. Y es que, si bien a partir del 1 de enero entró en vigor el incremento del 20 por ciento al salario mínimo, uno de los más altos en los últimos 44 años al pasar de 102.68 pesos a 123.22 pesos diarios, éste queda rezagado ante el augurio de inflación del 35 al 40 por ciento estimada por el Banco de México, señaló la economista de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Ana Luz Ramos Soto.
“Aunque haya un aumento del salario mínimo hay una pérdida del poder adquisitivo de las personas, de una diferencia de un 15 a 20 por ciento”, sostuvo al hacer un breve análisis sobre la cuesta de enero.
La especialista señaló que dentro de los elementos que también estarán presionando los bolsillos de las familias, está el incremento de impuestos en las gasolinas, pues a su vez detona el alza de otros productos.
A partir del 1 de enero los ciudadano comenzaron a pagar un importe nuevo en gasolinas, cigarros y bebidas, tras el ajuste realizado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP) el año pasado.
A lo anterior -añadió- hay que agregar el desgaste por las fiestas decembrinas, que en muchos casos dejó personas endeudadas, así como los gastos que se avecinan por pago de predial y otros de inicio de año.
“La cuesta de enero viene complicada desde el punto de vista de las personas que están endeudadas o que no supieron planificar sus gastos, aquellas que se sobreendeudaron con las compras de diciembre”, expuso.
Considerando el difícil escenario de la cuesta de enero, Ramos Soto planteó tres estrategias que podrían ayudar a aminorar los retos de inicio de año, el primero es planificar los gastos y entradas, segundo priorizar los gastos y cubrir sólo lo más importante, con la finalidad de un consumo disciplinado.
Otro es la comparación de precios y sobre todo comprar en efectivo no a crédito, pues «un consumo responsable es cubrir las deudas que se tienen y entonces ya poder hacer un gasto”, expuso.
La economista indicó que en comparación con la cuesta de enero del año anterior, la del 2020 tiene factores que podrían agravarla, como la inseguridad que a su vez genera incertidumbre.
Añadió también el elemento de las políticas públicas, las cuales están enfocadas al estado benefactor y no apostarle a la esfera productiva, hecho que -dijo- desalienta la inversión.
Citlalli Luciana
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