POSTURAS POLÍTICAS CONTRADICTORIAS EN SINALOA

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

El autoritarismo político es una característica de este gobierno. No hay convicciones políticas sino posturas revanchistas contra quienes se consideran enemigos políticos del gobierno.

La concentración de poder es alarmante porque se desnaturaliza la función del gobierno. Quien reconoce y se refugia en ese poder omnímodo tendrá la protección gubernamental en premio a su sumisión. Ese reconocimiento no es porque se gobierne bien sino por el beneficio político y económico que les representa.

Estamos frente a un gobierno que no es claro de lo que quiere y tampoco se ha definido un rumbo político en la forma de gobernar. La confrontación es la cara sucia de un gobierno que se aparta del encuentro social necesario para determinar las formas de resolver las necesidades de la población.

La seguridad pública ha sido espantosamente desatendida al grado de que las conductas delictivas están imparables en el Estado. Se carece de una estrategia que aporte resultados, la población está temerosa por la sangre que derraman los asesinatos. Homicidios que solo abultan la estadística delictiva estatal porque no se esclarecen y se atreven a decir que la criminalidad está disminuyendo.

La impunidad es otra de las manchas que no se puede quitar el gobierno del Estado. De cada cien delitos que se cometen solo se resuelve el 1% permaneciendo el 99% de delitos sin resolver. Impunidad que otorga carta de naturalización al delincuente para seguir cometiendo delitos.

La inseguridad no es culpa del gobernado, es el cinismo de un gobierno al negarse a tener una policía civil debidamente formada y profesionalizada. La Universidad de la Policía le sigue fallando al Gobernador y a Sinaloa porque hace de todo menos reclutar, formar y capacitar a la policía que se requiere. Ha sido una absurda simulación.

La militarización es una mentira. Es la salida burda de un gobierno incapaz de enfrentar a la delincuencia porque está demasiado comprometido para perseguir y detener a los delincuentes. Prefieren tenerlos en libertad que violar los pactos establecidos. La desconfianza policial está basada en la corrupción, tan es así que el propio Gobernador ordenó el retiro de todo filtro de revisión porque era promover la extorción ciudadana.

En el gobierno, falta capacidad intelectual para lidiar con los muchos problemas que se padecen y no hay fórmulas para soluciones lógicas y racionales. Tan sencillo que hubiese sido armonizar la Ley de Educación Superior de Sinaloa sin necesidad de enfrascarse en un conflicto de grandes proporciones en donde el único perdedor será el gobierno del Estado.

Es un gobierno sin temple, ya que no ha sabido controlar los instintos belicosos del círculo cercano del gobernante y que han gozado de plena libertad para desorientar al Ejecutivo de las políticas y estrategias que se pueden implementar para resolver el conflictito con la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Es un gobierno autoritario ya que la justicia no es parte de sus principios para gobernar. No admite que las verdades prevalezcan y no desorienten la opinión social de lo que ocurre en el conflicto Estado-UAS. Las autoridades universitarias deben ser reconocidas por lo que le han aportado a la Universidad Autónoma de Sinaloa y no ser vilipendiados con las pestilentes notas periodísticas pagadas por el gobierno, y que mucho daño ha ocasionado a la Institución Rosalina, la más importante en la educación que imparte a la juventud sinaloense.

Tampoco se distingue la administración gubernamental por su valentía, ya que no ha sido capaz de encontrar los aspectos negativos del conflicto contra la Universidad Autónoma de Sinaloa. Contrario sería reconocer el grave error de haber dado pie al conflicto viene afectando la credibilidad del gobierno y el riesgo de que el voto mande a las cañerías al partido político que ¿gobierna? en Sinaloa.

Un avance en la posible solución del conflicto Estado-UAS, sería que el gobierno aceptara el fracaso que ha sufrido y que deseche de su gobierno a los funcionarios que no le han sabido responder para que el Estado se hubiese involucrado en un conflicto que solo descrédito le ha merecido al Gobernador. La derrota electoral del 2024 es un hecho insoslayable.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted qué opina?

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