¿Qué pasará con la SCJN, INAI y los organismos autónomos?… estarían en riesgo de desaparecer con la victoria de Claudia Sheinbaum y la mayoría de Morena en el Congreso

Carlos Martinez

La abrumadora y aplastante victoria del oficialismo en las recientes elecciones en México ha suscitado cuestionamientos sobre los controles y contrapesos del sistema político, una posible radicalización del partido en el poder, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y ha inyectado volatilidad en el mercado, advirtieron varios analistas.

Los resultados de la jornada electoral histórica del domingo 2 de junio apuntan a que Claudia Sheinbaum será la primera mujer presidenta de México, impulsada por el oficialismo y el gobernante Morena, con una ventaja de casi 30 puntos porcentuales.

“Esta abrumadora victoria de Morena probablemente será vista negativamente por el mercado, ya que plantea importantes cuestiones en torno al sistema de controles y contrapesos en el país”, advirtió el banco suizo UBS.

En su análisis titulado ‘Los mexicanos votaron por la continuidad de las políticas’, UBS señaló que Morena, el partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y sus aliados, los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM), podrían alcanzar una mayoría calificada de dos terceras partes en la Cámara de Diputados y una mayoría simple en el Senado.

“Incluso si Morena no lograra una mayoría de dos tercios en el Senado, los partidos de oposición podrían inclinarse y favorecer a Morena en cuestiones que podrían afectar significativamente el entorno empresarial”, añadió UBS.

Además, consideró que podría haber una influencia considerable de las facciones más radicales de Morena, lo que podría impulsar una agenda de reformas al Poder Judicial, al Instituto Nacional Electoral (INE) y al sistema de pensiones.

Una nota de la firma Barclays también observó “una inesperada victoria aplastante de Morena”, destacando que en el Congreso mexicano, con un estimado de entre 58.3 por ciento y 60.7 por ciento de los votos a favor, la alianza oficialista obtendría entre 76 y 88 curules en el Senado y entre 346 y 380 representantes en la Cámara de Diputados.

En la Cámara baja, el oficialismo alcanzaría sin problema una mayoría calificada, equivalente a dos terceras partes de los votos, mientras que en el Senado necesita al menos 85 escaños, lo cual está en juego hasta que la autoridad electoral finalice el conteo de votos.

Barclays advirtió que, de confirmarse estas mayorías calificadas en ambas Cámaras del Congreso, las reformas planteadas a los órganos autónomos y otras constitucionales podrían aprobarse incluso antes de que Sheinbaum tome posesión del Gobierno el 1 de octubre próximo, ya que los legisladores asumirán un mes antes.

En este contexto, ControlRisk consideró que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) podría funcionar como “un contrapeso menor”, dado que nombrará a cuatro nuevos ministros “con opiniones similares” a lo largo de su mandato, que finaliza en 2030.

Es por ello que UBS indicó que será clave “monitorear” el papel de la SCJN “como árbitro último de la constitucionalidad, enfatizando la importancia de la independencia judicial”.

En una entrevista en diciembre, Claudia Sheinbaum confirmó que mantendrá la intención del presidente López Obrador de enviar una iniciativa de ley para eliminar los organismos autónomos que “no le sirven al pueblo”.

“No necesitamos más organismos que representan 10 direcciones generales y no solucionan el problema de fondo. La pregunta es si realmente mantener al INAI significa transparencia o no”.

López Obrador expresó que, con la iniciativa de reforma enviada en febrero, tiene la intención de eliminar órganos autónomos como el Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (CONEVAL), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

El banco Mifel destacó que la reacción del mercado se produce frente a un escenario de “victoria muy holgada”, mientras que se esperaba una elección reñida, lo que también sugiere posibles modificaciones constitucionales dadas la nueva configuración del Congreso.

“Pensamos que en los próximos días los mercados estarán muy atentos a si ello implica, más que un movimiento al centro, una radicalización por parte del partido en el poder”, concluyó Mifel.

Tras los resultados, la volatilidad en los mercados debido al nerviosismo y miedo ante las mayorías calificadas del oficialismo en México alcanzaron al denominado “superpeso” y al principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

La moneda mexicana se depreció un 4.42 por ciento el lunes, pasando de 16.96 pesos por dólar a 17.71, según el dato oficial del Banco de México (Banxico).

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