Rebelión y parálisis en la campaña de Mario Zamora

Sostenida por la estructura humana del gobierno estatal, la campaña de Mario Zamora Gastélum entró en una fase crítica: el personal de primero y segundo nivel se empieza a rebelar y no quiere realizar campañas de proselitismo a favor de la alianza PRI-PAN-PRD, además de rechazar la “guerra sucia” contra el candidato del Morena-PAS, Rubén Rocha Moya, y su aliado Héctor Melesio Cuén Ojeda, dirigente estatal del Partido Sinaloense.

La campaña de Zamora quedó prendida de los “hilos” de los “siempre fieles” y los empleados de gobierno temerosos de ser despedidos ipso facto, de NOROESTE, de un limitado segmento de periodistas, de un minúsculo grupo de empresarios propanistas y de nuevas plataformas digitales activadas para “bombardear” a Rubén Rocha y Cuén Ojeda.

De continuar la rebelión que se manifiesta también en un “trabajo político simulado”, la campaña de Mario Zamora penetrará a un estado de parálisis por tierra y subsistirá únicamente en “papel periódico” y en redes digitales. Sería un candidato de Facebook, Instagram y Twitter.

Las demandas interpuestas por los abogados de Morena-PAS, contra el secretario de Pesca Evelio Plata Inzunza, Manuel Tarriba Urtuzuástegui secretario de Agricultura, y José de Jesús Gálvez de Innovación, por delitos electorales, tipificados como graves y penalizados con cárcel, sacudió los “intestinos” del equipo de campaña de Mario Zamora Gastélum.

Otra querella que le pegó un coletazo en la línea de flotación es la presentada por las diputadas Graciela Domínguez Nada, presidenta de la Comisión de Fiscalización del Congreso, y Yeraldine Bonilla Valverde, de la Comisión Legislativa de Juventud y Deporte, ante la Fiscalía General del Estado contra el subsecretario de Administración y Finanzas, Ismael Carreón Rúelas, por el probable delito de corrupción derivado del contrato suscrito con la empresa “Atlético Morelia” S.A. de C.V para el uso por diez años del nuevo estadio de futbol de Mazatlán.

En el despacho jurídico de Morena-PAS se valora presentar otras querellas contra funcionarios estatales por delitos electorales y corrupción: una de ellas es por el dispendió de más de mil 200 millones de pesos en gastos de imagen del gobernador Quirino Ordaz Coppel (ver Salen a flote de delitos electorales de funcionarios de Quirino Ordaz y Por “Delito Electoral” exige Morena renuncia del jefe de prensa del gobernador). Otra «toca la puerta» de la secretaría general de Gobierno.

Militantes de Morena-PAS activaron un sistema de vigilancia de funcionarios estatales señalados por sus propios empleados de obligarlos a realizar labores de proselitismo político o a prestar sus vehículos para las tareas de campaña. Las evidencias son analizadas y descargadas en archivos especiales.

Las primeras tres querellas y la cuarta contra Ismael Carreón, de Finanzas, causaron temor en el equipo de Mario Zamora porque a los actuales y futuros demandados nadie les garantiza que una vez terminada la campaña los apoyarán en su defensa legal; tampoco tienen la seguridad de que ocuparán un cargo en la próxima administración estatal dado que la campaña de Zamora despide el olor a la derrota.

El gobierno de Quirino Ordaz Coppel concluye en octubre y es obvio que él buscará protegerse de cualquier acción legal; es riesgoso, por su alto costo político, que una vez que entregue la gubernatura se ocupe de los líos penales que pesan sobre otros funcionarios estatales. El argumento de que “después nadie los ayudará y de que ya no estará Quirino en el poder”, es lo que provoca la rebelión y la simulación de trabajo político a favor del abanderado del PRI-PAN-PRD.

Si la campaña de Mario Zamora es sostenida por la estructura del gobierno del estado y al no verle o tener posibilidades de triunfo y oler que se viene otra “lluvia” de demandas electorales, es natural que los funcionarios y el personal de segundo nivel se le rebele y lo comiencen a dejar solo…

ÁLVARO ARAGÓN AYALA

PROYETCO 3

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