REVANCHISMO POLÍTICO E ILEGALIDAD CONTRA LA UAS

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

No se superan las amarguras de aquel 23 y 24 de febrero en la ciudad de Mazatlán. Los universitarios de la UAS enfrentaron ante el Presidente al Gobernador Rocha Moya.

Los atropellos en contra del Rector Titular de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Dr. Jesús Madueña Molina, han sido continuos desde el momento en que se atrevió a desconocer la Ley de Educación Superior de Sinaloa. Parar de seco la burda manera de pretender violar la autonomía universitaria, despertó la furia gobiernista en contra de las autoridades universitarias.

Se iniciaron de inmediato diversos procesos en contra del Rector y de otros directivos universitarios. Se han dictado diversas vinculaciones a proceso y llegado al absurdo de separar del cargo rectoral al Dr. Jesús Madueña Molina.

La irritación universitaria es bastante, por lo que era necesario plantarse ante el Presidente de la República en su visita a Mazatlán, y manifestar el repudio al Gobernador del Estado por los constantes abusos en perjuicio de la estabilidad académica y laboral uaseña, y la persecución política en contra del Rector y directivos universitarios.

La manifestación rindió sus frutos, el Ejecutivo Federal escuchó a la multitud inconforme y propuso una mesa de diálogo donde estarían presentas las autoridades estatales y las universitarias rosalinas. La resistencia gubernamental se manifestó de inmediato, pero siempre cedieron a sentarse en la Secretaría de Gobernación con la representación universitaria.

El encuentro fue el pasado doce de marzo con la Secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde. No hubo acuerdos concretos, pero se dio un primer intento, de otros que seguramente habrá, en aras de resolver las diferencias Estado-UAS.

La reacción gubernamental sacudió las vísceras del Ejecutivo y ordenó a la Fiscalía y al Poder Judicial Estatal, que asumieran el control de la representación universitaria en los procesos y que desconocieran la representación de la Universidad Autónoma de Sinaloa en los procesos penales que se siguen en contra los directivos universitarios

La orden pisoteó un derecho fundamental de la parte ofendida porque el Estado quebrantó la autonomía de la Casa de Estudios rosalina para nombrar a su representación y a su asesor victimal. Ilegalidad estatal a todas luces violatoria de disposiciones normativas orgánicas de la UAS, de la constitución Federal y del Código Nacional de Procedimientos Penales.

El imperio de la ilegalidad en la conducción de los procesos penales, ha sido la premisa como vía para llegar al control político de la Universidad Autónoma de Sinaloa, ya que el coraje desenfrenado del Ejecutivo en contra del Rector Madueña Molina, le nubló sesos y cerebro, porque la UAS como parte ofendida y titular del bien jurídico presumiblemente lesionado o puesto en peligro, es la única que tiene el derecho de nombrar a su asesor jurídico.

Ese derecho fue satisfecho por Acuerdo del H. Consejo Universitario que nombró como asesor jurídico al Dr. Ramón Bonilla Rojas y como Representante Legal a Yamir de Jesús Valdez Álvarez, con respaldo en lo dispuesto por los artículos 3°, fracción VII y 20, inciso C, fracción I de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 108, 109, fracción VII y 110 del Código Nacional de Procedimientos Penales, pero sobre todo los artículos 1, 19 y 20, fracciones I, XVI y XVII de la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa. La Fiscalía y el Juez de Control atropellaron vilmente el derecho exclusivo de la UAS en el proceso penal, lo cual constituye un precedente criminal en violación de los derechos de la parte ofendida.

Pautas legales que valieron soberano cacahuate a una autoridad estatal represiva, arbitraria, soberbia políticamente y apartada de toda legalidad. Las amarguras hicieron mella por lo ocurrido los 23 y 24 de febrero y haberlos sentado en el banquillo de los acusados en la Secretaría de Gobernación el pasado día 12 de este mes de marzo.

Hoy, la comunidad universitaria dará la bienvenida al Presidente de la Republica y una vez más reprobará a un gobierno estatal represivo, arbitrario e ilegal en contra de la Universidad Autónoma de Sinaloa y de sus autoridades. Ya basta.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

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