Llegó la hora: cancelará Obrador pago de jubilaciones dinámicas

Lo bueno, lo malo y lo peor debe ser dado a conocer. La Universidad es una institución que recoge y difunde -decía el ilustre Rector Dr. Luis Chico Goerne- las enseñanzas de Cristo, los escritos de Lenin; las doctrinas del liberalismo, del socialismo, del intervencionismo de Estado y del proteccionismo. De México, si de escribir se trata, agregaríamos el recorrer del neoliberalismo y los primeros pasos de la Cuarta transformación.

Eduardo Galeano, autor de Las Venas Abiertas de América Latina, decía que “el lenguaje hermético no siempre es el precio inevitable de la profundidad”. En esto creo, Carlos Fuentes escribió que “para que la cultura viva, se requiere un espacio crítico donde se trate de entender al otro, no de derrotarlo, mucho menos de exterminarlo”.

El 15 y el 16 de agosto en el Palacio de la Autonomía –sito en el Centro Histórico de la Ciudad de México-, la UDUAL y la UNAM desarrollaron, en el marco de las actividades “2019: año de las autonomías”, el seminario “Reflexiones sobre la Universidad y su papel en la transformación social”.

Uno de los valores emblemáticos de la UDUAL -Unión de Universidades de América Latina y el Caribe- es la defensa de la autonomía universitaria como esencia de la institucionalidad académica, tanto en su gobernanza y administración interna como en su irrestricto respeto a la libertad de pensamiento, cátedra e investigación.

En el seminario al que acudieron Rectores de las Universidades de México, España, Colombia, Perú, Argentina, Ecuador, Brasil, Jamaica, Cuba, Santo Domingo, Costa Rica y Guatemala, se analizaron los problemas de la región y se plantearon alternativas de solución. Los Rectores alzaron la voz, en solidaridad con las Universidades de México y en defensa de la autonomía.

En el proceso de cambio – la Cuarta Transformación-, las políticas de Estado han puesto en el primer plano de la discusión las Universidades Públicas del país y su subsistencia económica-financiera.

1.-El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha restringido el apoyo económico a las Universidades Públicas y las coloca bajo sospecha en materia de manejo de su presupuesto como una estrategia de “penetración” e intento de control político.

2.- El gobierno ha endurecido los mecanismos de supervisión o fiscalización del subsidio universitario, cuando de antemano tiene en sus poderes auditorías federales y estatales y diagnósticos actuariales que reflejan la realidad universitaria, las crisis recurrentes y los problemas estructurales de las instituciones.

3.-El gobierno de López Obrador determinó cancelar los apoyos para el pago de las jubilaciones dinámicas a los trabajadores en retiro por considerarlas “una prestación de privilegio”. La federación convocó a las Universidades a modificar sus sistemas de pensiones como condición para que accedan al presupuesto o subsidio institucional.

4.- El gobierno considera que las jubilaciones dinámicas son ilegales y argumenta que se otorgan o basan en Contratos Colectivos de Trabajo, negociados fuera del marco legal pues nunca se notificó ni a la SHyCP ni a la SEP ni a los gobiernos de los estados de tales contratos, como interesados y aportantes económicos-financieros para el pago de esta prestación.

5.– El gobierno de Andrés Manuel López Obrador discurre que es ilegal que se otorgue una “doble pensión” -la del IMSS o la del ISSSTE y la de las Universidades- por laborar las mismas horas en un mismo centro de trabajo.

El tema de las pensiones de los trabajadores universitarios volvió a la mesa de la discusión, antes del seminario celebrado en el Palacio de la Autonomía, por las declaraciones de Santiago Concheiro, subsecretario de educación superior de la Secretaria de Educación Pública (SEP), quien comentó que las universidades públicas “no pueden responder a compromisos especiales para todos los que tienen derecho. Estamos ante un esquema (de pensiones) imposible de mantener. No hay dinero para solventar estas erogaciones”.

El sistema de pensiones que rigen en las Universidades Públicas del país son herencia de la llamada Universidad Tradicional (la Universidad pasa por varias fases: La Tradicional, la Conservadora y la Progresista). En una época convulsiva, las Universidades crearon el esquema de la Jubilación Dinámica, en un pacto rectorías-trabajadores. El gobierno federal no fue convocado, como aportante de los subsidios universitarios, a la firma de dichos contratos, pero calló por conveniencia para mantener «contentos» a los universitarios, quienes en retiro reciben otra pensión: la del IMSS y la del ISSSTE.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador decidió anunciar la cancelación de esos pagos y, por la vía de la SHyCP y SEP, encauzar un nuevo sistema de pensiones, y por conducto del legislativo a dar forma a una Ley de Universidades marco, para generar “coyunturas de intromisión” en la vida interna, autónoma, de las Universidades.

Lo paradójico es que los beneficiarios de la Universidad Tradicional, los que se dicen herederos de la “revolución” y que un día se identifican como de izquierda, otro día de derecha o del centro, y otro día o semana se dicen católicos, protestantes, mormones o atalayos, y que gozan de la prestación-jubilación, son quienes desestabilizan las Universidades del país, de donde salieron, para abrir las puertas a las nuevas políticas públicas en materia de jubilaciones y de asignación presupuestal universitaria, que afectan a los empleados en activo y en retiro.

Sara Ladrón de Guevara, Rectora de la Universidad de Veracruz y Vicepresidenta de la UDUAL, denunció que las Universidades del país “observan con preocupación” la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que permite al estado de Morelos designar un contralor externo para su universidad estatal. “Estamos convencidas de la necesidad de revisión del uso de recursos, somos auditados por la ASF y por organismos fiscalizadores de los estados, pero la designación del contralor universitario no puede ser una decisión que se tome fuera de la universidad”.

Acusó el clima de descrédito que se pretende animar contra las universidades, las suspicacias públicas sobre el quehacer académico y el uso de los recursos y rechazó las acusaciones de corrupción como en el caso de la “Estafa maestra”. “Se acusa a las universidades de corrupción en lugar de señalar a los funcionarios corruptos”, dijo.

El proyecto del contralor gubernamental-universitario es uno de los primeros pasos o estrategia del gobierno federal para frenar lo que la SHyCP y la SEP llama “desvío” de recursos para el pago de las jubilaciones dinámicas.

Las autoridades de las Universidades Públicas no abandonarán a sus jubilados. Las pensiones del IMSS y del ISSSTE son de hambre y condenan al pensionado a vivir en la miseria. Los universitarios retirados merecen una consideración especial. Proteger a los jubilados universitarios es un compromiso ineludible de los Rectores de las Universidades de México y del mundo. La ausencia de un mayor rigor científico en las proyecciones actuariales que descargan la quiebra de las Universidades Públicas en el pago de jubilaciones dinámicas, trata de poner a salvo de las críticas la reducción presupuestal federal que ahoga a las universidades, obligadas, con bajos recursos, a aumentar su matrícula y adecuar su infraestructura a los nuevos tiempos que dejan a un lado el pizarrón tradicional para ir al uso de las modernas tecnologías y plataformas digitales.

Para cerrar: el 18 de junio, Luciano Concheiro, Subsecretario de Educación Superior, dijo:

–La condición del sistema de jubilaciones y pensiones es dramática. No hay una solución sencilla; la problemática no es sólo de las universidades, sino del conjunto del país. Hay algunas jubilaciones que son insostenibles, que fueron establecidas a partir de relaciones con los gobiernos de los estados, condiciones especiales, luchas de trabajadores, etcétera, que sin embargo hoy en día son, y lo digo claramente, insostenibles. En alguna universidad es mayor el gasto en los pensionados que en los trabajadores en activo. En ese momento, las universidades públicas no pueden responder a los compromisos especiales de pensiones para todos los que tienen derecho. Teniendo en cuenta la edad que se jubilaron algunos compañeros y la jubilación dinámica amparada por la ley, adicional a la condonación de impuestos, estamos ante un esquema imposible de mantener. No hay dinero para solventar esas erogaciones.

-El planteamiento es hacer una reestructuración a través del fondo sobre jubilaciones y pensiones –que vino en ceros este año, por cierto– que permita que, por cada peso que pone cada trabajador, y otro que debería pedirse a la institución, se ahorren 43 pesos por cada peso en la reestructuración de los fondos de jubilaciones y pensiones. Está proyectado matemáticamente en el tiempo. Es una quita importante. Además, se pretende una reestructuración de jubilaciones y pensiones al interior de los contratos colectivos, evidentemente en negociaciones entre los sindicatos y las autoridades universitarias; así como de varios planes de pensiones, para que todo ello desemboque en una ley marco. Hay que decirlo, las universidades están en peligro. Otra condición que pone en riesgo a las IES son los propios gobiernos de los estados que no cubren la participación que les corresponde. La única universidad con proyecto de jubilación a futuro era Baja California y hoy le adeuda el gobierno estatal más de mil millones de pesos.

Los jubilados universitarios serían en esta lógica los sacrificados de la Cuarta Transformación. Punto.

Eduardo Galeano en Las Venas Abiertas de América Latina escribió que “uno escribe para tratar de responder a las preguntas que le zumban en la cabeza, moscas tenaces que perturban el sueño; y lo que uno escribe puede cobrar sentido colectivo cuando de alguna manera coincide con la necesidad social de respuesta”.

Carlos Fuentes en su En esto creo escribió “en la Universidad todos tenemos razón, pero nadie tiene razón a la fuerza y nadie tiene la fuerza de una razón única”. “No dejan ver lo que escribo”, decía Blas Otero, “porque escribo lo que veo” …