SIN ESTRATEGIA PARA COMBATIR EL CRIMEN ¿POBLACIÓN DESPROTEGIDA?

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Llegan los nombramientos en los mandos policiales y en la fiscalía, pero como no hacen nada para justificar su premio, el crimen los rebasa.

La estadística criminal mejor ni la publican porque exhibirían a las autoridades estatales como ineptas y promotoras de la impunidad al no resolver los delitos que se cometen.

La Coordinación General del Consejo Estatal de Seguridad Pública, una fracción ciudadana, hace algunos intentos de sacudirse esa presión que se ejerce para que no se anuncien números estadísticos para que el Estado de Sinaloa no se ve empañado en asuntos de inseguridad. Causó sorpresa que el titular de dicha Coordinación General haya anunciado que los homicidios se habían incrementado en el Estado, cuando en la semanera siempre se anuncia que van a la baja.

El asunto no es solo el homicidio que ha crecido terriblemente, pero es una realidad que la criminalidad no respeta rubros y la estadística ha crecido, pero se guarda silencio, para que la sociedad siga creyendo que vivimos en un Sinaloa seguro. La vida no vale nada, como dijera José Alfredo Jiménez, en la Sindicatura de Sánchez Célis, Municipio de El Dorado, no hace mucho, asesinaron a nueve personas y no se ha dicho nada si ya se castigó a los responsables de esa masacre, y como no se investiga y tampoco hay castigo, se repite de nuevo otro hecho sangriento en la Sindicatura de Quilá, en donde perdieron la vida por ingesta de plomo, siete personas. Hubo reproches de vecinos a los soldados que intervinieron en la refriega por no haber detenido a las víctimas y no privarlas de la vida como lo hicieron.

Pero hay otro delito que a las autoridades parece ser que no les interesa atacar, el cobro de piso o la extorción a personas y comerciantes. Las protestas se han multiplicado pero las autoridades hacen oídos sordos. Son hechos que agravian a los empresarios principalmente y el temor es una realidad que no se puede ocultar. Las encuestas pagadas del buen gobierno en Sinaloa son tan oscuras como la negra noche de Emilio de Uranga, que no mientan.

Tienen miedo a denunciar a los que les quitan abusivamente una cuota periódicamente porque su seguridad personal y familiar se encuentra en riesgo. Están en una disyuntiva, si denuncian pueden perder la vida y el negocio y si guardan silencio, no les alcanzará sus ingresos para pagar la cuota exigida.

En el norte y sur de Sinaloa, es donde se da recurrentemente ese delito. Con la detención de “El Mayo” puede que ese hecho se convierta en una carga peligrosa para muchos comerciantes. Las autoridades no son garantía de seguridad de que se desterrará ese delito.

Dicen las autoridades estatales que en el cobro de piso participan en ese delito miembros de la delincuencia organizada y que por ese motivo no pueden intervenir. El inconveniente es que ni tan siquiera hacen el intento de desterrar ese tipo de infracciones y con ello, los maleantes tienen terreno plano para delinquir.

La realidad de que existe ese delito es incuestionable. Es falso que por el hecho de que no se denuncie por las víctimas es por el temor que tienen de poner en riesgo, su propia seguridad personal, pero eso no significa, que el cobro de piso no se de en Sinaloa. Desde Escuinapa hasta Choix es un delito de todos los días.

Como no hay capacidad para hacer las cosas bien en la investigación criminal, quieren la reforma judicial para justificar esa ineficacia y que los delincuentes sigan festejando sus libertades ¿Si el pueblo pone a los jueces, el pueblo que los quite? Vaya problema en el que se están metiendo y que nos arrastra a todos.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted qué opina?

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