UN ASUNTO DE POLÍTICA GUBERNAMENTAL

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Los partidos políticos demandan la remoción del titular de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública por la torpeza en el manejo de los hechos violentos que ultrajaron la seguridad ciudadana en perjuicio de mujeres y niños. La misma exigencia debe extenderse contra la titular de la fiscalía estatal.

Sinaloa fue escenario de los más agudos cuestionamientos de la prensa nacional. No ocurrió lo mismo con los medios informativos de Sinaloa. Guardaron prudencia e hicieron como que cumplían con su deber de informar para no evidenciar a sus contratantes.

Los malhechores liberaron a mujeres y niños, el número no importa, el daño traumático que les ocasionaron es irreversible.

Que ha ocurrido con el resto de las personas privadas de su libertad? Fueron asesinadas? No se ha informado por las autoridades cuál es el estado que guardan.

Se atreverán a detener a los responsables de los hechos? Seguro que ya los tienen identificados independientemente que hayan sido pugnas internas de un mismo cartel delictivo, lo que trasciende es la serie de actos que comprometieron seriamente la seguridad general de la población.

Porque no se realizó una reunión urgente del gabinete de seguridad estatal? Que le ocultan a la población?

El gobierno enfrenta una crisis evidente de inseguridad.

El Secretario Estatal de seguridad pública dice que sus opiniones de lo que ocurre en la inseguridad que padece el estado luego lo desmienten en la semanera del Gobernador. Por eso prefiere guardar silencio.

Los partidos políticos deben hacerse escuchar por la sociedad aún cuando se sabe que el gobierno hará lo que sea en términos monetarios para que la crisis de inseguridad estatal cause el menor temor en la sociedad en general.

Militarizar el Estado tampoco ha sido ni será la solución para inhibir el crimen y desterrar la impunidad.

Restituyan los mandos civiles en las instituciones policiales, seleccionándolos apartados de conveniencias políticas del gobernante en turno.

Las líneas de selección son tan evidentes que los procesos para nombrar en el caso del Fuscal estatal es tan burdo que hasta los estudiantes de derecho adivinan a quien se nombrará. En cuanto a los mandos policiales estatales, el Gobernador obedientemente se subordina al mando militar que es quien se los impone. Qué vergüenza, no poder asumir las facultades que le concede la Constitución Política Estatal.

También es lamentable no poder escuchar el pronunciamiento de reproche de los colegios de profesionistas en contra de un gobierno sometido por la delincuencia.

¿Hasta cuando se escuchará, el ya basta por una sociedad que vive atemorizada y expuesta a sufrir nuevas agresiones por los grupos delincuenciales que operan en el Estado?

El dos de junio se aproxima, razonemos el voto. Por un Sinaloa sin miedo y socialmente productivo.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted que opina?

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