Iniciativas “foráneas” contra las Universidades

Sin el consenso de la comunidad universitaria, trasgrediendo los órganos representativos de los académicos y administrativos, ante los Congresos Locales de los estados de México, Baja California Sur, Sinaloa y Veracruz, se han presentado diversas iniciativas para modificar las leyes orgánicas de sus correspondientes casas de estudio.

No existe el consentimiento de las comunidades universitarias para impulsar reformas a las leyes orgánicas de sus instituciones. Los proyectos legislativos, cuyos contenidos representan retrocesos en la vida institucional de las Universidades, vulneran la autonomía de las casas de estudio.

Las iniciativas, alentadas por “fuerzas externas” desestabilizadoras, presentadas en semanas y días recientes han recibido un abierto rechazo de los rectores de esas instituciones, apoyados por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) y de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (Contu).

Sin embargo, sospechosamente los procesos legislativos avanzan en algunos estados para su estudio; en el caso de Sinaloa el Congreso Local está a prueba: en el Poder Legislativo obras tres iniciativas que son consideradas atentatorias a la autonomía de la UAS y empujadas por grupos externos.

Las iniciativas por ser “foráneas” y por no contar con el aval de la comunidad estudiantil, académica y administrativa que se constituyen en el Consejo Universitario para deliberar y tomar decisiones en torno a la vida y el rumbo que debe tomar la institución, carecieron desde un principio de los requisitos “técnicos” para ser recibidas y analizarla.

Con ciertas diferencias, casi todas las iniciativas de cambio –incluso unas en el ámbito de las Constituciones locales– proponen la regresión institucional, volver a la “época antigua” para garantizar, presuntamente la democratización de la instituciones, cuando la realidad lo que buscan es la desestabilización de las Universidades Públicas.

Los rectores Alfredo Barrera Baca, de la Universidad Autónoma del Estado de México; Gustavo Cruz Chávez, de Baja California Sur, y Juan Eulogio Guerra Liera, de Sinaloa, con justa razón expresaron su tajante rechazo a las pretensiones de algunos integrantes de los Congresos de sus entidades, con alta presencia de diputados de Morena.

Incluso, el Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Sinaloa se declaró en sesión permanente para convocarse en caso de cualquier eventualidad.

La rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, enfrenta una segunda pretensión de cambios legislativos a los que desde la primera ocasión manifestó su abierto rechazo.

Los rectores han solicitado a los Congresos Locales suspender estos procesos legislativos o de lo contrario emplazarán acciones jurídicas para defender su autonomía. Los universitarios están en pie de lucha contra los intereses externos que pretenden resquebrajar la unidad institucional.

“Violación a la autonomía universitaria”: CNDH

En el marco de la firma de convenio para la inclusión de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) a la Red Interinstitucional en materia de Derechos Humanos; el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), maestro Luis González Pérez, se pronunció a favor de que se respete la autonomía de las universidades.

“Requerimos un compromiso por la vigencia de la ley y los derechos humanos, que nos consolide hacia el interior y nos fortalezca hacia el exterior. Compromiso y consolidación que pasa, necesariamente, por el reconocimiento, vigencia y respeto de la autonomía universitaria, misma que en fechas recientes se ha visto cuestionada en los estados de México y BCS”, dijo.

El Ombudsman declaró que la universidad debe conservar, en todo momento, su capacidad de ser un entorno donde la reflexión y el entendimiento sean posibles mediante la pluralidad, la tolerancia, así como el respeto hacia las personas y las ideas.

Para ello, el reconocimiento de su autonomía resulta de primordial relevancia, en tanto constituye los cimientos de sus actividades, pero también la mejor garantía de que las mismas se podrán llevar a cabo en los términos debidos y que le son pertinentes.

Aseguró que la autonomía es sinónimo de la libre autodeterminación de los universitarios para decidir sobre el rumbo institucional, tanto en la forma de gobierno y en la designación de las autoridades, como en los contenidos académicos (Radio UAS por Tierra).

Autora: Jael Vázquez Montgomery

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