Los muertos por Otis en Acapulco son muchos más, según privados

Diego Badillo

El pasado 10 de noviembre, un día después de que el gobierno federal decidió dar por terminada la emergencia en Acapulco, ocasionada por el azote del huracán Otis, una mujer tuvo un aborto espontáneo en su casa. Su madre, como pudo, la llevó al Hospital Naval, donde quedó internada.

Las autoridades del hospital le dijeron que tendrían que contratar a una funeraria para poder sacar al feto.

Como una buena parte de los más de 846,000 habitantes de esa ciudad y puerto lo perdió todo, suplicó ayuda a Aylin Salgado, la dueña de la funeraria Salgado, quien le regaló la caja para darle sepultura y le envió una carroza para sacarla del hospital.

Sin embargo, cuando, después de batallar con las autoridades del hospital, salió a la calle con su nieto muerto, se acercó a la carroza que la esperaba. Abrió la cajita, tomó el feto y lo colocó en una bolsa de plástico negra; regresó la caja y se retiró de prisa.

Dijo que no tenía dinero y no podía pagar ni la caja ni el servicio funerario ni nada, así que ella daría sepultura, como fuera, a la criatura.

No se sabe si aquella defunción, producto de ese aborto en medio de la tragedia, terminó en algún cementerio o si fue contabilizado.

Casos como ese aparecen en el marco de la desgracia que padecen miles de acapulqueños, mientras ocurre una discusión entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y reporteros que, citando a responsables de agencias funerarias locales, señalan que el número de fallecidos producidos por el desastre ocurrido en esa orilla de México supera los 350, cuando la cifra oficial es de 48.

El martes pasado, el presidente López Obrador dijo en Sinaloa que se trata de calumnias.

En la parte final de su conferencia matutina, cuando ya habían transcurrido más de tres horas y media, el mandatario pidió que expusieran la imagen de un mensaje en la cuenta personal de una reportera que trabaja en Televisa, donde dice “funerarias de Acapulco reportan al menos 350 muertos por el huracán Otis”.

Luego de exponer que en su tiempo el presidente Francisco I. Madero había sido atacado por la prensa, dijo “Televisa me tiene que responder sobre los 300 muertos”.

Horas antes, el periodista Ricardo Castillo, director de Quadratín Guerrero, había reportado que luego de consultar a cinco funerarias que operan en el puerto (en la Ciudad hay alrededor de 30), habrían prestado servicio en al menos 350 fallecimientos.

Aylin Salgado, propietaria de la Funeraria Salgado, dijo a El Economista, que según los testimonios de seis agencias funerarias que operan en ese puerto, atendieron los casos de al menos 98 servicios.

Dijo que tiene credibilidad la cifra de unas 350 personas fallecidas a consecuencia del huracán, tan solo en Acapulco, porque hay personas que no tienen los recursos para dar sepultura a sus muertos.

Ricardo Castillo llamó la atención en que, durante las primeras horas del desastre, ni las autoridades del servicio médico forense, las del registro civil o las de los cementerios, estaban en sus puestos para expedir actas de defunción o dar permisos de sepultura.

Hay casos documentados de cuerpos que duraron dos días tirados en la calle y nadie se atreve asegurar que no hay otros sepultados bajo escombros o deslaves.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Acapulco es la zona metropolitana del país con más cementerios públicos, con 109, a los que habrá que sumarle, al menos otros tres concesionados: El Eterno Descanso, Valle de la Luz, administrado por Gayosso y Recinto de Paz.

El municipio solo administra cuatro cementerios: Las Cruces, La Garita, San Francisco y El Palmar y los otros 105 son ejidales, donde, para poder sepultar ahí, únicamente se requiere del consentimiento del presidente del comisariado ejidal y en esta situación de emergencia, aunque oficialmente ya concluida, nadie está viendo quien entra y quien sale de los panteones.

Además, hubo cuerpos que fueron sacados por agencias funerarias de fuera de la ciudad y del estado.

Hasta el momento, el gobierno no ha hecho pública la lista de personas fallecidas por el desastre.

Aylín Salgado dijo que tan solo en el panteón municipal de Las Cruces, personal que se dedica a dar sepultura afirma que han enterrado a más de 50 cadáveres.

Destacó que, durante los primeros días de la tragedia, el registro de personas muertas no se realizó completamente, porque los familiares no estaban en condiciones de presentar toda la documentación necesaria.

Dijo que en su negocio ha atendido 18 casos y ninguno de los expedientes está totalmente integrado. No puedo ir a asentar esas defunciones porque el Registro Civil te pide certificado original, acta de nacimiento, CURP y la gente ahorita no tiene cabeza para ello y dinero tampoco.

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